Cómo se fabrican los sellos de caucho

Si has estado buscando información al respecto, es más que probable que ya sepas cómo fabricar tu propio sello de caucho. Al fin y al cabo el proceso para crear un sello casero es muy sencillo, a penas necesitas materiales y las posibilidades son enormes. Pero, ¿te has parado a pensar cómo se fabrican los sellos de caucho? Y no me refiero a sellos caseros sino a cómo lo hacen las grandes compañías.

Claramente no utilizarán un cutter o corta plumas y el caucho sintético de una goma de borrar. El proceso en las fábricas es algo más complejo (ya que hay que saber manejar herramientas más específicas), pero no quita que sea también bastante sencillo. Al fin y al cabo se podría decir que se hace lo mismo que cuando se prepara un sello casero, solo que a una escala mucho mayor. Y más precisa también, pues se suelen preparar sellos con letras muy pequeñas que tienen que estar perfectamente detalladas.

¿Quieres conocer el proceso? Sigue leyendo, aquí te lo contamos todo.

Los recursos necesarios

No se necesita mucho para hacer un sello de caucho. El único material que se utilizará será caucho, que se utiliza en planchas para poder realizar varios sellos. Pero no es el único recurso que se utiliza. También se hace uso de una impresora láser-es una impresora especial, no como la que puedes comprar en cualquier tienda de informática- y un programa de edición de imagen.

El proceso de fabricación

El primer paso es convertir el diseño para que éste se pueda pasar al caucho. Se utiliza un programa de edición (como, por ejemplo, Corel Draw) para voltear el diseño y pasarlo a negativo, de forma que se imprima en relieve y esté listo para sellar correctamente.

Una vez el diseño está preparado, se pasa la impresión a la impresora láser. Ésta será la encargada de cortar el caucho y hacer que la imagen tenga relieve. De esta forma la tinta podrá imprimir la imagen que tiene la matriz en el papel.

Lo último que hay que hacer es limpiar la matriz con un pincel para eliminar cualquier resto de la impresión que pueda perjudicar el sellado.

Preparación final

Ya está lista la matriz de nuestro sello, lo único que resta por hacer es preparar el sello. Ya sea un sello automático o un troquel, hay que pegar la matriz a nuestro sello para poder comenzar a utilizarlo.

En el caso de los troqueles se hará uso de pegamento. Por otro lado, los sellos automáticos ya están preparados para acoplar la matriz de caucho, de forma que lo único que hay que hacer es colocarla en el sello.

Una vez ya se haya colocado el caucho en el sello se puede comenzar a sellar. No te olvides de la tinta para ello.

Eso es todo, así es cómo se preparan los sellos en las grandes compañías. Con este proceso se evitan las imperfecciones en las matrices y se pueden crear sellos de caucho perfectos y con una gran cantidad de detalles.

Sellos de caucho personalizados

Está bien comprar un sello y poder utilizarlo siempre que quieras, pero cuando necesitas un sello que disponga de una imagen propia que puedas utilizar, por ejemplo, en los documentos de una empresa, es importante contar con las mejores opciones disponibles. Entonces, lo que necesitas es un sello de caucho personalizado, pero, ¿dónde lo puedes conseguir?

Si aún no sabes dónde puedes adquirir sellos de caucho personalizados, aquí tienes una pequeña guía/lista de lugares que puedes visitar para hacerte con tu propio sello personalizado.
Claro que tienes que disponer del diseño que quieres que aparezca en la matriz, y si aún no lo tienes es mejor que empieces a trabajar en él (o consigas a alguien que pueda realizar la imagen que quieres sellar).

Dónde conseguir sellos personalizados

Puede parecer una pregunta que se puede responder simplemente, pero no todos los puntos en los que venden sellos pueden preparar sellos personalizados.

Dependiendo de a qué nivel quieras conseguir estos sellos, puedes ponerte en contacto con una compañía u otra. Si necesitas una gran cantidad de ellos puedes hablar directamente con un fabricante, llegar a un acuerdo y conseguir que fabriquen unas cuantas tandas de sus sellos con las matrices que quieras. Eso sería lo ideal, aunque es de lo más complicado.

Otra opción a tener en cuenta son las casas que se dedican a la creación de sellos, aunque a un nivel inferior. Aquí es más que seguro que podrás conseguir tus sellos de caucho personalizados. El problema es que no en todas las ciudades podrás toparte con una tienda/fabricante que se dedique a ello, de forma que tendrás que recorrer la ciudad o preguntar en papelerías u otros sitios donde vendan sellos, quizás allí puedan ayudarte a encontrar aquél sitio que estás buscando.

Por último siempre puedes recurrir a internet. Puedes buscar en sitios como Google Maps si hay alguna empresa en tu ciudad que se encargue de personalizar sellos. Es una forma mucho más simple de encontrar estos sitios, además de que no tienes que salir a recorrer toda la ciudad para dar con él. Claro que es posible que la información sea un poco antigua y puede caber la posibilidad de que ya no exista o se hayan mudado.
Pero no solo sirve para buscar sitios en tu ciudad, también puedes echar un vistazo en internet a algunos sitios que se encargan de crear sellos de caucho personalizados y son capaces de enviártelos a tu domicilio. Es decir, es como una tienda solo que todo se realiza a través de internet. Rápido y sencillo, y sin mancharte las manos. Lo único que tienes que hacer es enviar la imagen que quieres que aparezca en la matriz y en los sellos que realices, y ellos se encargarán de personalizar todos los sellos que necesites.

De modo que ya no tienes excusas para no sellar con la imagen que quieras los papeles que pasan sobre tu escritorio. ¿Ya has dado con el sitio idóneo para personalizar tus sellos? Cuentanos cuál es en los comentarios.

Guía para comprar tus sellos de caucho

Ya se ha vuelto normal que, con la abrumadora cantidad de productos que existen, nos mareemos un poco y no sepamos qué modelo tenemos que comprar. Los sellos de caucho no se salvan de este problema, pues sucede lo mismo ante la gran variedad de sellos que nos encontramos.

Si estás en ese aprieto, aquí te hago una pequeña guía para que puedas comprar sellos de caucho sin marearte mucho la cabeza, de forma que escojas exactamente lo que necesitas utilizar para sellar.

La guía para comprar sellos de caucho

Lo primero que tienes que mirar a la hora de comprar un sello de caucho es la calidad del caucho. Es importante que sea de buena calidad para que no se rompa rápido, de forma que sobreviva el mayor tiempo posible. No es sencillo diferenciar el cuero de muy buena calidad, sin embargo puedes darte cuenta a simple vista de cuales tienen una mala calidad. Si la matriz parece estar “reseca” o agrietada, ni se te ocurra pensar en comprar ese sello.

Otra cosa que tienes que tener en cuenta es el tamaño. ¿Qué tan grande quieres que sea la imagen que vas a imprimir en el papel? Todo dependerá de tus necesidades, de forma que si necesitas hacer sellos grandes requerirás de uno que esté a la altura. Lo mismo sucede cuando necesitas que la imagen que imprimas no ocupe mucho espacio.

¿Te gusta lo manual o lo automático? Mejor lo pregunto de otra forma, ¿tienes mucho para sellar? Si tienes que sellar una gran cantidad de hojas, lo mejor será que hagas uso de un sello automático. Éstos no necesitan de ser mojados en tinta, por lo que lo único que tendrás que hacer para sellar con ellos es presionar la matriz contra el papel.

Los sellos automáticos son menos ergonómicos –un poco más molestos a la hora de utilizarlos, vamos– que los sellos de caucho tradicionales o “manuales”, claro que a estos últimos tendrás que pasarlos siempre por la almohadilla con tinta para realizar otra impresión sobre el papel.

Complementos

Otra cosa a tener en cuenta cuando vas a comprar un sello es si necesitarás complementos. ¿Tienes poco espacio en tu área de trabajo? Un portasellos podría ser la solución a tu problema, evitando llenar todo tu espacio de trabajo con sellos –no son grandes, pero sabemos que si son muchos abultan-, el problema de esto es que solo existen para los sellos tradicionales, los que tienen troquel. Lo mismo sucede con las almohadillas y la tinta, que solo se utilizan con los manuales.

Si tienes pensado hacer uso de complementos es prácticamente obligatorio que te hagas con un sello de troquel. En el caso de que quieras evitar tener que comprar más cosas que ocuparán espacio en tu área de trabajo, es entonces cuando tendrá que optar por un sello automático. Aunque ten en cuenta que también tienes que recargar la tinta cuando se acabe –oye, alguna desventaja tenía que tener, que todo no se puede-.

Cómo limpiar los sellos de caucho

Has conseguido sellos de caucho para tu negocio, para poder estampar tu firma, una fecha, el logotipo de la compañía o cualquier otra imagen en los papeles de la casa. Sin embargo el simple hecho de comprar los sellos no significa que haya terminado el trabajo.

Además de tener que comprarlos, para poder conseguir que nuestros sellos de caucho se mantengan como el primer día, y estampen de forma clara la imagen que tienen grabada en su base, hay que realizar un mantenimiento (eso sí, muy sencillo). Lo único que tienes que hacer para que no se desgasten con facilidad (y para poder utilizarlos cada vez que quieras sin manchar nada una vez hayas terminado) es limpiarlos.

Y bien… ¿cómo se limpian los sellos de caucho? Pues vamos a ver qué es lo que tenemos que hacer para limpiarlos.

Acabas de terminar de sellar algunos papeles con la fecha y con el logotipo de la compañía. ¡Buen trabajo! Pero ahora tienes que guardar los troqueles que has utilizado para poder irte de la oficina y terminar tu jornada sin manchar nada con la tinta que has estado utilizando para el sellado de los papeles. La forma más fácil es utilizar alguno de los productos de limpieza que existen para los cuños, si tienes a mano tendrás que hacer lo siguiente:

Rocía un poco de spary para sellos en la almohadilla limpiadora. Frota el sello sobre la almohadilla y luego has lo mismo sobre un papel absorbente. Ahora simplemente sécalo para poder guardarlo dónde siempre.

En el caso de que no dispongas de productos específicos para el mantenimiento del troquel no te preocupes, también existe una forma “casera” para limpiarlo. Lo único que necesitarás será papel absorbente, toallitas húmedas, agua y jabón.

Lo primero que tendrás que hacer será eliminar el exceso de tinta, para ello tendrás que sellar varias veces sobre el papel absorbente, hasta que veas que la tinta sobrante ha prácticamente desaparecido. Ahora simplemente limpia todo el sello con una toallita húmeda limpia. Por último lava con agua y jabón las zonas más “difíciles” de acceder del sello como, por ejemplo, los surcos. No olvides de secar bien el troquel con papel para dejarlo completamente limpio y bien cuidado.

Estos son unos procesos que tendrás que seguir cada vez que termines de sellar, las matrices te lo agradecerán y verás cómo su vida útil resulta ser mucho más larga de lo que podrías esperar.

Ten en cuenta que el proceso “manual” para limpiar un sello de caucho no te servirá en el caso de que lo hagas con sellos automáticos. Al sellar con ellos estarás liberando más tinta. La única forma que tienes para limpiarlos será haciendo uso de productos de limpieza específicos para ellos (incluso algunos productos “generales” te servirán si no requieren de presión para cumplir su función).

Y no olvides que tienes que usar de vez en cuando los automáticos para que no se seque la tinta y tengas que reemplazarla.

¿Qué son los sellos?

Es más que seguro que los has visto, ya sea en películas o cuando vas a realizar un trámite. Tanto en tu infancia como en tu adultéz has visto los sellos, pues eran estos quienes indicaban de dónde procedía un documento. ¿Aún no te acuerdas qué es un sello? Pues vamos a hacer un poquito de memoria.

Los sellos (llamados también cuños en algunos lugares del mundo) son esos «aparatos» que nos permiten marcar un papel, ya sea con un logotipo, con un nombre o con una fecha. Son los que también dan nombre al sello que se imprime en la hoja haciendo uso de él. Bueno, para qué liarnos tanto, es más sencillo si te muestro con una imagen qué es un sello.

Seguro que se te ha iluminado la cara cuando lo has visto y te has acordado qué es un sello. Éstos han estado entre nosotros desde hace muchísimos años, siglos e incluso milenios. Los romanos fueron los que comenzaron a hacer uso de ellos, aunque claro está que no eran como son hoy en día.

Las clases de sellos

En la época de los romanos se las tenían que apañar como podían, sin embargo hoy es todo mucho más sencillo y podemos comprar distintos tipos de sellos para poder imprimir lo que queramos sobre papel.

Sellos de caucho: Como bien lo indica su nombre, los sellos de caucho están fabricados con eso, caucho. Bueno, quizás no caucho como tal –al menos no últimamente-, pues ahora se utiliza el caucho sintético. ¿Qué es? PUes el material que se utiliza para fabricar los borradores (o goma de borrar).

Sellos de lacre: Estos sí que los has visto únicamente en películas (también puede que te hayas topado con ellos en algún museo). Los sellos de lacre son los que se utilizaban antiguamente para estampar el escudo de una familia en una carta. El lacre es cera, y si bien lo más normal era utilizar una cera específica, muchas personas utilizaban la cera de las velas para realizar el ‘cuño’.

Sellos de oro/plata/bronce/plomo: Seguimos hablando de algo de la antigüedad, pero que no deja de ser interesante y muy agradable a la vista. Estos sellos se utilizaban para enviar invitaciones a eventos especiales o en otras contadas ocasiones. El tipo de material utilizado demostraba el poder económico de la persona que enviaba la carta o invitación.

Sello en seco: El sello en seco es un poco más difícil de distinguir si tiene muchos detalles. No obstante tiene una ventaja muy notoria ante los de tinta, y es que es muy difícil borrar el cuño que estos dejan en el papel. De modo que si no quieres que desaparezca nunca, los sellos en seco son una buena forma de conseguir tu objetivo.

Sellos de goma: Los sellos de goma pueden fabricarse con distintos tipos de ésta, pueden hacerse con caucho sintético o con otros tipos de goma. La ventaja de éstos es que puedes darle la forma que quieras, aunque su principal inconveniente está en su cuidado. Si no limpias diariamente la almohadilla de goma y le das un buen cuidado se deteriorará rápidamente.

Además de estos tipos de sello que te he mencionado existen otros muchos más que se distinguen por cómo se utilizan o para qué sirven, y no necesariamente por el material con el que están hecho o el que utilizan para dejar el cuño. Por ejemplo, tienes los sellos fechadores, aquellos que sirvenpara indicar la fecha en la que se crea un documento o se sella el mismo.